Cuando, seis meses antes de comenzar nuestro viaje a India, estábamos detallando el recorrido, vimos por internet una foto de un pozo un tanto extraño y curioso de visitar. Se trataba de Chand Baori o StepWell. Se encuentra a 95 kilómetros (unas 2 horas de trayecto), de Jaipur y nos pillaba de paso hasta llegar a Agra.
Se encuentra cerca de Harshat Mata Temple, en Abhaneri, Bandikui.
Es uno de los pozos más antiguos (stepwell) de Rajasthan, que fue construido por el rey Chand (Chandra) de Kumbha, dinastía que gobernó Abhaneri o antigua Abhanagari durante el siglo 8 y 9 después de Cristo.
Este pozo tiene una profundidad de 19,5 metros cuadrados, es de los más grandes y profundos de la India con 13 pisos. Está compuesta por un doble tramo de escalones (más de 3500) en tres de sus lados. Parece un laberinto, típico de películas mágicas en donde nunca encuentras como salir.


En el cuarto lado, o el del norte, consta de un pasillo de múltiples habitáculos o galerías, apoyado sobre pilares y dos balcones que sobresalen, los cuales consagran bellas imágenes de Ganesha, el Dios protector del hogar.
Hace años se construían estos tipos de pozos en las zonas áridas de Rajasthan para suministrar agua durante todo el año.
Es un lugar difícil de encontrar si no vas con algún conductor de la zona o guía, por lo que es uno de los secretos ocultos de India, donde apenas hay turistas. La entrada es gratuita, dentro hay un hombre del pueblo el cual te explica la historia de este pozo.
Es cierto que nosotros pasamos un poco de él, pues queríamos disfrutar de este lugar nosotros solos. Como vio que no le hacíamos mucho caso se fue a la entrada del recinto a esperarnos para la correspondiente propina.
En las inmediaciones del pozo hay un pequeño templo que nosotros sólo pudimos ver desde el coche porque ya íbamos mal de tiempo. Está en un estado lamentable, por la guerra que hubo en esa zona. Ahora están encontrando partes del templo para poder reconstruirlo. Aunque se limitan a poner unas piedras sobre otras sin tener mucho cuidado por la posición exacta. Este templo es el Harshat Mata Temple.

Volvimos al coche y seguimos nuestra ruta hasta la siguiente parada, la ciudad fantasma de Fatehpur Sikri y su Jama Masjid.
El recorrido en coche se hace ameno, primero pasando por varios pueblecitos y luego ya en la autopista aunque con demasiados peajes.
Fatehpur Sikri

Se encuentra a dos horas de Chand Baori (130 kilómetros), y a 40 minutos de la ciudad de Agra.
Llegamos a las 13:00, una malísima hora para visitar la llamada “ciudad fantasma” pero era el único momento del día que teníamos, pues por la tarde queríamos ver el atardecer desde el fuerte rojo de Agra.
Subimos en autobús desde el parking hasta la puerta principal. El precio es de 10 rupias por persona y el trayecto es de unos 15 minutos. Se puede hacer andando pero no es muy recomendable por el calor que hace.
Fatehpur Sikri es una ciudad que se encuentra en medio de la nada, construida con piedra de arenisca roja por el emperador Mogol Akbar.
A sus 26 años, Akbar se convirtió en soberano de un inmenso reino que se extendía desde el Himalaya al extremo del Decán. Tenía de todo, pero no conseguía tener un heredero.
Atormentado por ello, se fue a la colina de Sikri a consultar a un santo llamado Salim Christi que vivía allí. La bendición le dio 3 hijos, uno de ellos al año de hacer la visita al santo, por lo que en agradecimiento ordenó construir esta ciudad en la colina de Sikri.
Fatehpur significa “ciudad de la victoria” y acogió durante sólo 14 años a la corte. Después de estos años fue abandonada por la escasez de agua. Desde aquí se trasladaron al fuerte Rojo de Agra.
Las casas quedaron arruinadas, pero la muralla y los palacios han resistido muy bien el paso del tiempo, donde se puede apreciar la creatividad y la estética típica mogol.
La construcción más destacada, entre otras, es la mezquita Jama Masjid.
En la entrada de la mezquita hay varios hombres que te cuidan los zapatos (post pago de una propina a la salida) mientras estás dentro haciendo la visita.
La mezquita se encuentra en muy buen estado y es enorme. Dentro de ella se encuentra el Mausoleo de Salim Chisti, construida en mármol blanco.
Aquí vienen los locales a pedir descendencia cuando no llega, ponen hilos de lana por las celosías (hilos y lana de diferentes colores), como ofrenda para que se les conceda la petición.
Dimos una vuelta por toda la mezquita.
Estuvimos cerca de una hora y podíamos habernos quedado más tiempo, pero el calor y los vendedores hacen que la visita sea un poco agobiante.
Volvimos al autobús que nos llevaría hasta nuestro conductor para nuestra última parada del día, Agra.
En el siguiente post os contamos qué vimos en el día y medio que estuvimos en Agra.
Espero que os haya gustado la entrada y que os sirva de ayuda para vuestros próximos viajes al Norte de India.
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