Ya había estado en Londres hace dos años (en 2011), y sabía que tarde o temprano volvería a ir. Y esta vez sería con Jorge, nuestro primer viaje fuera de España.
Londres es una ciudad que enamora, por sus calles, por sus monumentos, por su totalidad.
VUELOS:
Volamos con la compañía EasyJet Madrid-Londres Gatwick, reservando los vuelos con 2 meses de antelación.
El vuelo salió el sábado 1 de febrero a las 07:30 y llegamos al aeropuerto de Londres a las 08:55 de la mañana (es una hora menos que en Madrid)
El vuelo de vuelta sería el lunes 3 de Febrero a las 07:30 de la mañana y llegaríamos a Madrid a las 11:00 de la tarde.
Los vuelos nos costaron 90 euros ida y vuelta por persona
TRANSPORTE DEL AEROPUERTO DE LONDRES-GATWICK A LA CIUDAD Y TRANSPORTE EN LA CIUDAD.
El aeropuerto de Gatwick es el segundo más grande de Londres y está a 45 kilómetros de la ciudad.
Para llegar a la ciudad hay varios métodos:
- El más caro, el taxi unas 60 libras.
- El tren, es rápido y cómodo y el billete de ida cuesta unas 7 libras.
- La opción que cogimos nosotros, el autobús EasyBus, ¡¡qué mala elección !!! En el post del día de llegada os contamos nuestra caótica llegada a Londres.
ALOJAMIENTO
Reservamos en www.booking.es un hotel cerca de Candem Town, el hotel Charlotte Guest House. Es un auténtico Bed&breakfast al lado de la estación de tren y metro de West Hampstead. Nos costó 165€ las dos noches con desayuno y baño incluido.
Está en la calle 195-197 Sumatra Road, Camden y en la puerta se puede coger el autobús 139 que pasa por Picadilly Circus y acaba el Waterloo. Enfrente, en la calle principal hay un supermercado bastante barato.
LONDON PASS
La London Pass es una tarjeta con la que puedes visitar más de 60 atracciones en Londres sin esperar colas. Tienen una validez de 1, 2, 3, 6 o 10 días, teniendo el especial cuidado que estos días son naturales, por lo que si empezáis a utilizar la London Pass que sea a primera hora del día.
Con esta tarjeta puedes visitar sitios tales como la Abadía de Westminster, la torre de Londres o el castillo Windsor o subir al autobús turístico Hop on Hop entre otras muchas más atracciones.
Para dos días vale 75 libras y si le añades la tarjeta Oyster (tarjeta para el transporte público) son 93 libras.
Sábado 1 de Febrero de 2014
Sonó muy pronto el despertador, eran las 5 de la mañana pero teníamos tantas ganas de este viaje que el sueño se nos pasó enseguida.
El vuelo salía a las 07:30, eran las 6 de la mañana y ya estábamos en Barajas. El avión salió puntual y llegamos a Londres a la hora prevista.
Para llegar a la ciudad habíamos reservado un billete de ida y vuelta con EasyBus (el de vuelta no lo utilizaremos por lo que explico más adelante).
Al contratar los vuelos por EasyJet nos enviaron una publicidad del transporte en autobús por 4 libras ida/vuelta, así que lo reservamos. El avión llegaba a las 08:55 por lo que reservamos el billete de autobús a las 10 por si llegábamos con retraso. Estuvimos en la parada desde las 09:30 y allí no llegaba ningún autobús. Como nosotros había unas 20 personas más, y a medida que pasaba el tiempo llegaba más gente.
A las 10:30 aparece un autobús, el conductor se para y nos pide los tickets, y cuál es nuestra sorpresa… nos dice que no podemos subir porque nuestra hora se ha pasado… ¿Cómo? Esto no podía ser, le dijimos al conductor que allí no había pasado ningún autobús por lo que nos íbamos a subir a él. Y así lo hicimos, Jorge metió las maletas y nos subimos. Algunas personas hicieron lo mismo que nosotros, otras se quedaron esperando a otro autobús.
Habíamos perdido mucho tiempo y el trayecto se nos hizo muy largo, casi 40 minutos. EasyBus te lleva hasta la estación de metro de Earl´s Court/West Brompton. Ahí cogeríamos el metro hasta nuestra parada West Hampstead. Y, ¡otra sorpresa más! toda la línea de metro gris, la nuestra, ¡estaba cortada por obras!. Es que así no íbamos a llegar nunca.
De repente me vino la inspiración, y me acordé que en un foro leí que había un autobús que pasaba por Picadilly y te dejaba en la puerta del hotel, el número 139.
Por fin llegamos al hotel, eran las 12 del mediodía, hicimos el check-in, dejamos las cosas en la habitación, cogemos un mapa y a patearse Londres.
Cogimos el metro hasta Camden (teníamos la tarjeta recargable Oyster y así los trayectos salían un 10% más baratos).
Candem Town es un barrio muy pintoresco, diferente al resto de Londres, donde sus casas tienen tamaños diferentes. Está siempre abarrotada de turistas y de personas muy extravagantes. Es muy famoso su mercado, que en realidad, son 4 mercados en uno.
Paramos a comer en uno de los puestos “take away” chinos que hay. 3 libras por persona nos costó cerdo agridulce con arroz y una bebida. Nos fuimos al lado del río a comer. Y de postre un crêpe de chocolate y plátano. Lo compramos en uno de los tantos puestos de calle que hay.
Volvimos al metro y nos bajamos en la parada de Tower Bridge para ver el famoso puente de Londres, mi vista y monumento favorito de Londres.
El puente de Londres tiene dos torres y entre medias de estas dos, está la leva para que puedan pasar los barcos.
Nos hicimos las correspondientes 100 fotos en el puente y nos vamos hacia la catedral de San Pablo. Está abierta desde las 08:00 hasta las 16:30 y el precio de la entrada es de 18 libras.
La catedral de San Pedro es la segunda más grande del mundo (la primera es la Basílica de San Pedro de Roma). Su mayor atractivo es la gran cúpula formada por tres galerías circulares.
Vamos andando por la Fleet St y luego por Strand hasta llegar a la plaza de Trafalgar Square. Pasamos antes por la iglesia Saint Mary le Strand.
Trafalgar Square es una de las plazas más importantes y animadas del centro. Cuando llegamos había actuaciones, estaban cantando ópera, por lo que con tanto escenario no pudimos ver la belleza y grandeza de la plaza.
En la plaza se encuentra el National Gallery (entrada gratuita). Es el museo más importante de Londres donde destacan algunas obras de Rembrandt, Velázquez y Van Gogh entre otros.
A los lados de la plaza se hallan dos fuentes que se iluminan por la noche y 4 leones enormes de bronce.
A 10 minutos andando se encuentra la famosa plaza de Picadilly, punto de encuentro de gente joven para salir de fiesta y de turistas.
Es famosa por sus paneles luminosos que recuerdan a Times Square de Nueva York en pequeño. Hay una gran cantidad de bares y restaurantes.
Eran las 19:00 y el hambre apretaba. Fuimos a una pastelería muy típica en la plaza. Se llama Cinnabon (7-14 Coventry Street) en donde hacen unos rolls de canela con diferentes toppings y siropes que están de muerte. Nos cogimos uno grande para cada uno por 6 libras los dos, y nos fuimos a coger el autobús para ya ir a descansar al hotel.
Domingo 2 de Febrero de 2014
La noche anterior nos habíamos acostado muy pronto por el cansancio que llevábamos del viaje y la ruta que hicimos, por lo que a las 7 de la mañana ya estábamos en pie. También nos venía bien madrugar, hoy veríamos el cambio de guardia en el Palacio de Buckingham y teníamos que estar con tiempo allí para coger buen sitio. El cambio de guardia es a las 11:30.
Fuimos a desayunar el típico desayuno inglés que nos pusieron en el hotel. El desayuno se componía de salchichas, huevos revueltos y champiñones. Jorge se puso las botas, yo sólo comí las salchichas y un zumo con tostadas con su correspondiente café.
A las 8:30 estábamos esperando al autobús que nos llevaría hasta la zona de Waterloo.
Desde ahí pasamos por la famosa noria London Eye (20 libras por persona) y pasamos por el Westminster Bridge para fotografiar el Big Ben y el palacio Westminster.
El Big Ben es el famoso reloj de las Casas del Parlamento que tiene una campana de 14 toneladas. En realidad cuando nos referimos a Big Ben todo el mundo piensa en la torre con el campanario, pero en su primer momento se dio este nombre a dicha campana de 14 toneladas.
El Palacio de Westminster es un edificio gótico victoriano que alberga las dos cámaras que componen el Parlamento Británico. La entrada sin guía son unas 20 libras, 23 libras con audioguía.
Siguiente destino antes de ver el cambio de guardia, la abadía de Westminster.La entrada vale 20 libras incluida la audioguía (con la tarjeta London Pass es gratis).
En este templo, elegido como sede para las coronaciones reales, hay muchas tumbas de reyes, reinas, poetas y figuras históricas británicas. De hecho, también, en una esquina hay un memorial a Isaac Newton.
Pese a su elevado precio merece mucho la pena entrar. Nosotros no pudimos entrar porque los domingos está cerrado para los turistas, ¡vaya faena! lo dejaremos para nuestra próxima visita.
Bordeamos el St James Park por la calle Birdcage Walk hasta llegar al palacio de Buckingham.Eran las 11 de la mañana, quedaba media hora para el cambio de guardia y en la plaza ya había bastante gente.
El Palacio de Buckingham es la residencia oficial de la Familia Real Británica (actualmente la residencia de la Reina Isabel II).
Sólo se puede visitar en los meses de verano, cuando la familia Real Británica está de vacaciones. La visita completa son 36 libras. Hay una entrada más sencilla que incluye el Palacio y los salones oficiales (no incluye las Caballerizas Reales, Galería de la reina y los Jardines) por 19 libras.
A las 11:30, puntualidad británica, comienza el cambio de guardia que dura 45 minutos (un poco largo y aburrido en mi opinión).
En el cambio de guardia, como su nombre indica, los guardias que se ocupan de la seguridad del palacio son relevados de un modo especial, acompañados de una banda musical militar.
Conviene mirar el calendario para ver el horario del cambio de guardia. Desde Mayo hasta Julio se hace todos los días, es resto del año en días alternos excepto si llueve que se cancela el evento.
Aguantamos 30 minutos, cuando nuestros pies congelados nos dijeron que era momento de irnos. Al lado del Palacio está Green Park y a 10 minutos andando Hyde Park, el parque más grande de Londres, pero decidimos no ir y tomar dirección hacia Chinatown.
Fuimos andando por la calle The Mall, pasamos por Picadilly Circus para verlo por la mañana y en 10 minutos estábamos en Chinatown.
Calles llenas de gente de un lado para otro, música en las calles y todos los restaurantes hasta arriba de gente. Todas las calles y avenidas estaban decoradas con los típicos farolillos chinos. ¿Qué pasaba pasando? El día 31 de Enero comenzaba el año nuevo chino, el del caballo de madera. Chinatown estaba de fiesta.
Se encuentra situado en pleno Soho y se caracteriza por sus tiendas, sus restaurantes y, en general, por su ambiente.
Dimos una pequeña vuelta por la calle principal porque era casi imposible andar. Nos empezaron a entrar ganas de comer, venía olor a comida por todas partes.
Todos los restaurantes habían sacado puestos de comida para vender. Los locales estaban llenos, así que nos pusimos en uno de estos puestos y nos pedimos unos tallarines, pan chino y bebida para llevar. Nos costó 3 libras a cada uno. Buscamos un sitio para poder sentarnos y deleitar la comida china.
Tardamos más de media hora en poder salir de Chinatown. Ya empezaba a oscurecer, por lo que decidimos volver al Big Ben y London Eye para verlos iluminados.
De ahí iríamos por la calle Whitehall hasta llegar a Piccadilly y coger el autobús que nos llevaría hasta el hotel. De camino nos encontramos con uno de los autobuses típicos de allí antiguos.
El vuelo al día siguiente salía a las 7:30 de la mañana por lo que había que madrugar mucho así que nos fuimos pronto a dormir.
Lunes 3 de Febrero de 2014
Vista nuestra experiencia el día de llegada con el autobús EasyBus, el día anterior decidimos hablar con la recepción del alojamiento y que nos reservara un taxi para esta mañana.
El alojamiento tenía una flota de pequeñas furgonetas que hacían el recorrido hasta los diferentes aeropuertos de Londres. Nos costó 50 libras pero no queríamos tener ningún percance y perder el avión. A las 6:30 estábamos en el aeropuerto aquí se acababa nuestra pequeña escapada a Londres.
Nos habíamos dejado muchas cosas por ver, pero para un primer contacto para Jorge con la ciudad le valió. Nos encantó Londres y nos fuimos con ganas de volver muy pronto y seguir descubriendo la maravillosa ciudad.
Por cierto, he estado dos veces ya en Londres, la primera en Enero y esta vez en Febrero y he de decir que la lluvia no la vi en ningún momento, eso sí, para esta época hay que ir muy bien abrigados. Anochece sobre las 16:00 y las temperaturas bajan muchísimo.
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