Durante 4 días recorrimos la isla de Malta descubriendo sus diferentes rincones. Esta semana le tocaba el turno a la Bella Sicilia.
Miércoles 6 de Agosto
A las 15:30 salía el vuelo hacia Catania con la Compañía Meridiana. Es un trayecto corto de 45 minutos.
En el aeropuerto de Catania recogemos el coche contratado con la compañía Maggiore. Por internet habíamos reservado un Citröen C8 pero al llegar allí nos dieron un Peugeot 807 con GPS incluido (menos mal). Los únicos mapas que llevábamos eran los sacados por google maps.
Pusimos la dirección en el GPS de nuestro primer hotel, el Hotel Valentino, en el centro de la ciudad, en la Piazza Spirito Santo 39. Nos costó 55€ la noche en habitación doble con desayuno incluido. Nos quedaríamos aquí dos noches. Es un hotel normalito con habitaciones en ambiente barroco muy limpio y con baño privado.
En esta zona hay que pagar aparcamiento hasta las 20:00. Dejamos todo en el hotel y nos fuimos a dar una vuelta por Catania.
La primera impresión que nos dio fue de una ciudad sucia y decadente. Los edificios están muy sucios y deteriorados debido al volcán Etna, y todas las fachadas llenas de graffitis. El centro histórico está lleno de plazas.
Nos acercamos a la Piazza de Duomo, con la fuente del elefante en medio de la plaza y la catedral de Catania a uno de los lados.
A lo lejos se puede ver el volcán Etna (saliendo humo ya que esa época estaba activo).
Esta última imágen es del volcán cuando nos íbamos de Catania.
Fuimos al teatro greco-romano, escondido entre edificios donde vive la gente actualmente. Justo cuando llegamos estaban cerrando, pero pudimos ver algo del teatro entre barrotes y unas ventanas.
Nos acercamos al anfiteatro romano, la iglesia di san Biagio y dimos una vuelta por el casco histórico.
Dirección al hotel nos paramos en una pizzería, se llama Eat Pizzeria en la Vía Prieto Antonio Coppola. Pizzas al “formo di legna” riquísimas.
Jueves 7 de Agosto
El día de hoy teníamos planeado ir al monte Etna, pero al estar activo, la entrada estaba cerrada y acercarnos no merecía la pena, por lo que cambiamos el itinerario un mes antes.
Hoy visitaremos la ciudad de Taormina e iríamos viendo pueblos de la costa con Aci Castello y Acireale.
Antes quedamos todos a las 9:30 para desayunar en el hotel. Desayuno tipo buffet muy variado.
A las 10 salimos del hotel. Hasta Taormina son 45 minutos pero el GPS nos llevó por la costa, y eso llevó a atascos, pasar por pueblos etc lo que tardamos casi una hora y media en llegar. Dejamos el coche es uno de los parkings que hay antes de subir a Taormina, 3€ la hora.
Llegamos a una hora donde el sol apretaba demasiado, eso, y las cuestas que había no ayudaban nada.
Recorrimos la ciudad a pie, desde el Corso Umberto I y callejeando por sus calles.
Destaca de Taormina su teatro griego (aunque lo que se ve ahora es un teatro romano porque se reedificó).
Todos sus callejones tienen un encanto especial, aunque no lo disfrutamos mucho por el calor agobiante que hacía. Dimos una vuelta de menos de media hora y nos fuimos al coche.
Necesitábamos refrescarnos, por lo que nos fuimos a Isola Bella.
Isola Bella es un islote unido a la tierra por una lengua de arena y piedras. Toda la “playa” es de piedras y hay muchas rocas, pero merece la pena mucho el baño aquí. El color del agua es impresionante. Lleno de turistas nos hicimos un huequecillo entre las toallas y allí nos quedamos un rato largo.
Terminado el baño nos fuimos a comer a Aci Castello. Esta vez ya sí por la autopista tardamos 40 minutos en llegar.
Aci Castello es un pequeño pueblo costero y pesquero donde resalta un castillo normando en la cima de una roca de basalto que surge del mar.
Para comer no encontramos nada, sólo una pastelería donde vendían porciones de pizza a muy buen precio (no recuerdo ni la calle y ni el nombre del sitio).
Después de comer nos acercamos al castillo y a dar una vuelta por el pueblo. Volvimos a Catania a la hora de la cena. Fuimos cerca del hotel a un kebab en vía montesano.
Viernes 8 de Agosto
Nos volvimos a ver en el desayuno ya con las maletas en el coche para nuestra siguiente ciudad, Siracusa.
Desde Catania hasta Siracusa tardamos una hora. El alojamiento estas dos noches siguientes iban a ser diferentes, dormiremos en un barco.
Quedamos con el dueño del barco en el puerto y de ahí nos llevaría al alojamiento. Se llama Ortigia Boat and Breakfast y está en riva Porto Lachio. Nos costó 58€ la noche, con desayuno incluido.
Hay que tener en cuenta que es un barco, que sabíamos que dormiriamos en camarotes, pero al llegar allí, vimos un barco muy pequeño, donde los camarotes eran demasiado pequeños (Jorge y David dormían encogidos o torcidos porque no entraban en la cama). Y nada que decir de la suciedad que había ahí dentro. De hecho nos vimos en la situación de coger toallitas, paños y limpiar el baño.
El desayuno era muy escaso. Una de las noches cenamos en cubierta del barco y aprovechamos a comprar desayuno también.
Dejamos las maletas en el barco, estábamos un poco decepcionados, pero se nos pasó pronto, estábamos de vacaciones e íbamos a dormir en un lugar diferente a como estamos acostumbrados.
Nos dirigimos a la península de Ortigia. Aparcamos justo a la entrada y sin tener que pagar.
La Península de Ortigia me encantó, andar por esas calles tranquilas aunque hubiera bastantes turistas, se respiraba mucha tranquilidad.
Nos dirigimos a la Piazza del Duomo, la cual contiene los edificios más representativos, como el Ayuntamiento, la Iglesia de Santa Lucia alla Badia o el Palacio Arzobispal.
Foto curiosa de Spiderman en una de las fachadas.
Recorrimos varias callejuelas y vamos a por el coche para ir a visitar el Parque Arqueológico de la Neápolis.
Antes buscamos un sitio para comer, pero eran las 14:00 y ya no encontrábamos sitio donde comer algo. Nos decían que la cocina estaba cerrada.
Entramos en un bar a preguntar dónde podíamos comer y el camarero nos lleva por unas escaleras que salían a la parte de atrás y nos indica hacia unas cristaleras. Entramos y la impresión que nos dio en un primer momento fue el de un comedor social. Vimos que estaba comiendo allí muchos policías así que seguro que allí se comía bien y barato.
Era tipo buffet, te cogías los platos que querías y te cobraban por cada plato. Había pasta, ensaladas, carne y pescado. El nombre del bar no lo recuerdo pero estaba cerca de Corso Gelone a la altura de la Piazza de la Republique.
Entramos al Parque arqueológico de la Neápolis. La entrada son 10 €.
Hay dos recorridos para hacer.
Antes de empezar el recorrido vemos el Anfiteatro, aunque hay que imaginarselo un poco ya que está en ruinas.
Nos dirigimos a hacer el primer recorrido dirección al teatro griego del siglo III A.C. Su cávea es de las más grandes que se construyeron.
En la parte superior del teatro hay paredes rocosas con muchas cavidades y una pequeña gruta (Gruta del Ninfeo) con un estanque y una pequeña cascada.
Volvemos hacia la entrada para seguir la ruta hacia “La oreja de Dionisio”.
Es una gruta que se encuentra en las canteras de piedra. Según la leyenda, Dionisio fue un tirano que encerró en las canteras a los prisioneros atenienses. Se decía que podía escuchar sus voces gracias a la acústica de la gruta.
Al salir del parque arqueológico vimos un supermercado donde compramos la cena y algo para desayunar. Nos fuimos dirección a nuestro alojamiento – barco a cenar en la cubierta de él. Esa noche dormiremos muy poco. Los ventiladores de los camarotes no funcionaban, abrimos las ventanillas y nos acribillaron los mosquitos. Qué ganas teníamos de salir de allí.
Sábado 9 de Agosto
A las 8 estábamos en pie, desayunamos y corriendo nos fuimos del barco. No dormimos nada entre el calor y los mosquitos, sólo pensábamos en el día de hoy, nos íbamos a refrescar y bañar.
Nos vamos a pasar el día al Parque Natural de Orientata Cavagrande. Son numerosos los senderos que conducen hasta la reserva por lo que los accesos son múltiples.
Nosotros fuimos por la carretera que va de Palazzolo Acreide a Noto, después, siguiendo el desvío a Ávola, y luego la carretera secundaria que indica la dirección de Cava Grande (ésta última de muchas curvas en cuesta). Llegamos a la entrada, con parking gratuito y un bar pequeño. Desde aquí la panorámica de las paredes calcáreas es sorprendente.
Vimos varios grupos esperando en la entrada. Cuando nos acercamos nos dicen que la entrada está cerrada. ¿cómo es posible? Después de llegar allí no podíamos echarnos para atrás y volvernos a Siracusa, habíamos tardado 1 hora en llegar. Nos comentan que ese acceso está cerrado por posible riesgo de incendio, que teníamos la opción de ir a otras entradas pero que estaban más lejos.
Ya estando allí nos daba igual, nos indicaron la entrada más próxima, cogimos el coche, nosotros y otros dos grupos más, y allá que fuimos.
Estar allí era como un laberinto entre diferentes carreteras de arena. Menos mal que íbamos con más gente y pudimos encontrar bien la entrada. Lo que no sabíamos es que nos habíamos alejado mucho y nos supuso un trayecto de una hora andando hasta llegar a las lagunas.
Eso sí, las vistas durante el recorrido y ya las propias lagunas merecen mucho la pena.
Nos quedaremos allí a pasar todo el día.
Domingo 10 de Agosto
Nos levantamos muy pronto, queríamos salir ya del barco y llegar a un hotel, tener una ducha y un baño decente y limpio.
Hoy haremos el tramo con más kilómetros del viaje. Vamos a visitar Agrigento. La forma más rápida de llegar es ir dirección a Catania por la A18 y luego coger la A19 dirección Enna.
A las 9:30 ya estábamos en carretera, llegaríamos a las 12 al hotel de Agrigento. El hotel reservado fue el Allogio della Posta Vecchia en Via Giambertoni 13.
Hay que tener cuidado para llegar a la dirección indicada porque algunas calles de la ciudad está prohibido circular. Dejamos el coche en una calle colindante a la del hotel, ese día no se pagaba estacionamiento.
En el hotel reservamos 2 habitaciones triples con desayuno incluido por 95€ cada habitación.
Cuando entramos en las habitaciones se nos iluminó la cara, unas habitaciones enormes, con techos altos con frescos dibujados en ellos y en las paredes y un baño grandísimo.
En booking tenía un 9 de puntuación y lo merece. Está en el centro de Agrigento, es un hotel muy limpio y un desayuno muy completo en una de las terrazas con vistas al valle de los templos. Lo único a tener en cuenta es que no tiene ascensor. Nuestras habitaciones estaban en la primera planta así que no eran muchos escalones.
En el día de hoy visitaremos el valle de los templos, pero después del calor que pasamos en Siracusa, decidimos hacer la visita por la noche. Hay una entrada nocturna, a partir de las 22:00, es un poco más cara (10€ en vez de 8€) pero merece la pena. La visita es de 1 hora y media.
Nos dimos una buena ducha, descansamos un rato y nos fuimos a comer a un restaurante en la misma calle del hotel, L´Ambasciata di Sicilia. Comida típica siciliana. Pasta a la sarda, con anchoas, caponata…y muy buenos vinos locales. La terraza es algo incómoda al estar en cuesta pero muy bien atendida.
Después de comer nos pusimos los bañadores, cogimos el coche y pusimos en el GPS Scala Dei Turchi.
En media hora y con algo de atasco y dificultades para aparcar (creo que estaba todo Agrigento allí) llegamos a Scala dei Turchi.
Es uno de los paisajes más especiales de Sicilia. Se observa un increíble contraste de la piedra caliza, blanca y brillante, con el cielo azul intenso y el mar.
Vimos como la mayoría de la gente cogía piedras pequeñas y las machacaba juntándolas con agua del mar, así se formaba un barro que se untaban por el cuerpo.
Nosotros también lo hicimos, cuando caímos en la cuenta de que estas escaleras naturales estaban formadas básicamente de arcilla y calcita (de ahí su color blanco) y que lo que nos estaba haciendo en la piel era “quemarnos”. Bueno habíamos pasado un rato entretenido, pero no os aconsejo que lo hagáis.
Pasamos la tarde en esta playa y ya cuando empezaba a atardecer nos fuimos al hotel a darnos una ducha y quitarnos los restos de barro que nos quedaba.
Cenamos en la vía empedocle (donde aparcamos el coche) en una pizzería y a las 22:00 estábamos en la puerta del Valle de los Templos.
Fue lo mejor que pudimos hacer, visitar el valle de noche, no me quiero imaginar el calor por el día en esa explanada donde no hay ninguna sombra. El parking por la mañana son 3€, por la noche es gratuito.
El primer templo que vemos es el de Hera, del que queda sólo la base y las columnas, la parte de arriba ha desaparecido.
Seguimos y nos encontramos con el templo de la Concordia, es de los templos mejor conservado.
Por último nos encontramos con el Templo de Hércules, del que sólo quedan algunas columnas.
Entre el Templo de la concordia y el de Hera se encuentra el Museo Arqueológico (cerrado por la noche) cuya entrada vale 4€.
A las 23:30 acababa la visita pero hasta las 24:00 no salimos del valle, muy recomendable, me encantó, me podría haber quedado allí 3 horas más.
Se acercaba el final de las vacaciones, ya sólo nos quedaba una ciudad por descubrir (no de las más bonitas), el cansancio ya lo íbamos notando en el cuerpo.
Lunes 11 de Agosto
Da gusto levantarse de una cama tan cómoda y que te espere un desayuno buffet con vistas al Valle de los Templos.
Estuvimos una hora desayunando tranquilamente, reponiendo fuerzas para el último de tramo en la carretera.
Ese día llegaríamos a Palermo, la capital de Sicilia. Pero antes haremos una parada en Cefalú. Hacemos el check –out, ponemos en el GPS Cefalú donde tardamos 2 horas en llegar.
Cefalú es una ciudad costera con una larga y limpia playa de arena fina. Nos adentramos en el casco antiguo por el Corso Ruggiero, vía principal del casco histórico. Es una calle estrecha llena de tiendas. Pasamos por la Iglesia de María Santísima de la Catena y poco más adelante llegamos a una plaza llena de terrazas dominada por la catedral de Cefalú, uno de los monumentos normandos más importantes de Sicilia.
Volvimos al paseo marítimo para comer algo en uno de los restaurantes con terraza que hay. No recuerdo el nombre del restaurante pero todos los de este paseo son similares con menú que incluye primero, segundo, bebida y postre.
De Cefalu a Palermo se tarda una hora. Eran las 16:00 y llegamos a una especie de villa donde se encontraba el Hotel Casena dei Colli en Vía Villa Rosato, 20/22. Se encuentra en una zona a las afueras de Palermo muy tranquila a 15 minutos en coche del centro. Reservamos dos habitaciones triples por 160€ cada habitación con desayuno incluido y aparcamiento gratis.
Dejamos las maletas en el hotel y nos fuimos a las catacumbas de los Capuchinos (Via Cappuccini, 1). Las catacumbas de los Capuchinos son túneles usados como un cementerio donde alojan miles de cadáveres en las paredes.
Se sometían a los cadáveres al proceso de embalsamamiento y deshidratación que daban lugar a las espeluznantes momias que se conservan en los túneles. Entre estas momias, separadas por sexos y ordenadas por profesiones destaca el cadáver de Rosalía Lombardo, que murió en 1920 y tiene el apodo de “La bella Durmiente” por el perfecto estado con que se conserva por el método de embalsamamiento.
La foto está realizada al folleto que te dan al entrar ya que no está permitido hacer fotos.
Con un poco de bajón (se podía llamar) y agotamiento por ver tantas momias y cuerpos momificados nos vamos a visitar la ciudad.
Palermo a pesar de ser la capital, es una ciudad sin encanto, con las calles sobrias y sucias. Eran las 19:00 y el calor era extremadamente agobiante que no dejaba respirar. Aparcamos en zona azul en la via Camillo Benso Cavour, al lado de la Piazza Giuseppe Verdi.
Aquí se encuentra el teatro de Ópera Máximo, el más importante y grande de Italia y el tercero de Europa.
Nos recorremos el casco antiguo hasta llegar a la Piazza Pretoria o también conocida como Plaza de la vergüenza y de ahí llegamos a la Catedral.

La catedral desilusiona por dentro por su decoración tan austera en materiales. Es mejor verla por fuera desde diferentes perspectivas.
Fuimos por vía Maqueda (una de las calles principales de Palermo) hasta llegar al coche. Cenamos en un Mcdonald´s y vuelta al hotel a descansar. Mañana sería nuestro último día de viaje e iríamos a una de las playas más conocidas de Palermo, la playa de Mondello.
Martes 12 de Agosto
Como comentamos en el post anterior hoy estaríamos todo el día en la playa de Mondello. Ya sí que sí se acabaron nuestras vacaciones, conociendo dos islas completamente diferentes.
Sabíamos que de Sicilia se nos quedaban rincones sin conocer, pero la falta de tiempo nos lo impedía, aun así, el primer contacto con la isla ha sido muy bueno.
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