Después de conocer Irlanda, (explicado en el post anterior), nos disponemos a visitar Irlanda del Norte, el país más pequeño de Gran Bretaña. Es asombroso y, a pesar de su tamaño, parece más grande de lo que es, debido a sus espectaculares montañas y cañadas, parques nacionales, un mar interio, ciudades y pueblos con un encanto especial.
Para recorrer Irlanda del Norte alquilamos un coche (50€) para poder movernos con facilidad y no depender de horarios de transporte.
Hay un sinfín de atracciones para hacer y para ver. Desde la costa de la Calzada de los Gigantes y el puente de Carrick-a-rede, y como no, la capital de Irlanda del Norte, Belfast.
Pero vayamos por partes.

De Dubl son dos horas aproximadamente en coche. Al pasar la frontera no hay controles ni aduana como antiguamente. la única manera de saber que estás en Irlanda del Norte es que los letreros de velocidad están en millas en vez de en Km/h. La moneda es la libra, pero admiten euros haciendo el cambio en el mismo sitio donde vayas a pagar.
Qué ver en Belfast:
Lo más representativo de Belfast y por lo que se ha convertido en mundialmente turístico, es por los más de 2000 murales y grafitis que hay por la ciudad.
Los puedes encontrar en cierres de tiendas, en muros, incluso en casas abandonadas. La gran mayoría de los murales promueven los principios políticos del republicanismo irlandés, a menudo a través de la exaltación de grupos como el IRA o la Fuerza Voluntaria del Ulster.
Otros son homenajes que recuerdan a las personas que perdieron sus vidas en atentados y ataques terroristas de diversas facciones.
Hay tours, los llamados en taxi negro o Black cab tours, los cuales te hacen una perfecta y detallada introducción a la ciudad de Belfast. Recorren las calles de Falls Road, admirando y contando la historia de algunos murales. Pasan por la cárcel Crumlin Road Gaol y te dan una vuelta por el Ayuntamiento y el barrio de Titanic. Para una primera toma de contacto con Belfast, creo que es muy recomendable. Creo que el precio era de unas 28 libras. Por falta de tiempo no lo hice, pero si podéis, aprovechar a sumergiros en la historia de la capital de Irlanda del Norte.
Sigo mi particular tour. Después de admirar tantos murales, me acerco al, quizás, el edificio más conocido y representativo de la ciudad, el Ayuntamiento.

Destacan sus torres, su cúpula de 53 metros y su entorno ajardinado. Hay visitas gratuitas, pero debéis mirar los horarios para realizarlas.
Me encuentro con el llamativo edificio de estilo oriental, La ópera de Belfast, o Grand ópera House, el cual ha sobrevivido a guerras y bombas hasta el día de hoy.

Seguimos dando una vuelta por Belfast hasta llegar al coche para seguir nuestra ruta hasta la siguiente parada.
En la costa Norte, a 60 millas de Belfast, se encuentra un puente colgante no apto para quienes sufran vértigo. Se llama Carrick-a-rede, trata de una pasarela de 20 metros de longitud a una altura de unos 30 metros sujeta entre dos grandes colinas.

El parking se encuentra a unos 20 minutos andando hasta la entrada al puente. El ticket son 5,60 Libras. Si hace mucho viento, la entrada está cerrada pues con el aire se mueve mucho el puente. Este camino de 20 minutos se hace muy ameno, pues las vistas de los acantilados son espectaculares.
La belleza de este paisaje deja sin palabras. Las vistas que hay desde el puente y después, pasando por éste, hasta llegar a los acantilados, son increíbles.
Damos una vuelta por los alrededores, admirando cada rincón que se aprecian, los matices del verde y el azul turquesa del mar hace que te quedes allí mirándolo durante horas.

Ya otra vez en el coche, siguiente parada, a sólo 15 minutos, se encuentra la Calzada de los Gigantes, en inglés “Giant’s Causeway”, es principalmente conocida por unas formaciones rocosas muy llamativas y particulares.
Estas formaciones de roca volcánica son columnas de basalto que obtuvieron esa forma al enfriarse bruscamente tras la erupción de un volcán hace 60 millones de años.
La entrada son 8 libras y puedes coger también una audioguía que te la dan en el centro de visitantes.
Nos acercamos a nuestras últimas visitas del día:
Castillo Dunluce:
En el Condado de Antrim se encuentra, al igual que las Calzada de los gigantes y el puente Carrick-a-rede, las ruinas del castillo que fue imponente en épocas atrás. Se construyó en el borde de un acantilado formado de basalto, a 9 metros sobre el mar.
Templo de Mussenden y Explore Downhill Demesne:
El templo es una finca de prados verdes al borde del Océano Atlántico construido por el Obispo Derry. Dentro del edificio circular se instaló una biblioteca y una pequeña capilla.
Si te asomas al acantilado puedes ver las playas de Benone Strand, una gran playa de arena fina donde poder descansar un rato.
Al lado de este templo se encuentra la Mansión de Downhill, cuya característica era que tenía tantas ventanas como días el año. A día de hoy es una ruina, pero curioso de ver para el turista.
Ya desde aquí volvemos al hotel que reservamos por booking. No recuerdo el nombre, pero era un hotel normalito con una habitación y baño privado.
Dos países, una isla, unos paisajes sacados de una película y de cuentos de hadas. Dos países que os recomiendo que visitéis.
Excelente blog Alba. Estupendo viaje. Aun no conozco Irlanda, espero hacerlo cuando levante la pandemia y todo mejore. Felicitaciones. Saludos desde Ciudad de Buenos Aires, Argentina.
Hola Gustavo. Muchísimas gracias por tu mensaje. A ver si la situación empieza a mejorar y podemos seguir descubriendo lugares.
Un saludo
Claro que sí. A pensar de forma positiva. Felicidades!!